Go to Top

Ultima audiencia pública de Benedicto XVI. Decisión muy justa.

«No abandono la cruz, continúo en un modo nuevo ante el Señor crucificado».

Eso ha asegurado Benedicto XVI en su ultima audiencia pública antes de que mañana a las 20.00 horas dimita como Papa y se oculte del mundo para llevar una vida consagrada a la oración. Decenas de miles de personas (al menos 150.000, según el Vaticano) se han congregado hoy en la Plaza de San Pedro para escuchar la ultima catequesis de Benedicto XVI. El Papa ha reflexionado sobre su decisión de renunciar y ha explicado cómo en los últimos meses ha sentido que sus fuerzas habían disminuido. «Le he pedido a Dios con insistencia, en la oración, que me iluminase con su luz para hacerme tomar la decisión más justa no por mi bien, sino por el bien de la Iglesia.

He hecho todo esto en la plena conciencia de su gravedad y también novedad, pero con profunda serenidad de ánimo. Amar a la Iglesia significa también tener la valentía de tomar decisiones difíciles, sufridas, teniendo siempre delante el bien de la Iglesia y no de nosotros mismos», afirmaba. Ratzinger ha subrayado que cuando fue elegido Papa desde ese momento se comprometió «siempre y por siempre con el Señor». «Siempre. Quien asume el ministerio pietrino pertenece siempre y totalmente a todos, a toda la Iglesia. De su vida le es retirada la dimensión privada», destacaba. Pero el Papa se ha refirmado en que ese «siempre» es un «para siempre». Y en ese sentido ha subrayado que su decisión de renunciar al ejercicio activo del ministerio no revoca eso. «No regreso a la vida privada, a una vida de viajes, encuentros, recepciones, conferencias, etc. No abandono la cruz, continúo de modo nuevo ante el Señor crucificado». Benedicto ha indicado que hace casi ocho anos, el 19 de abril de 2005, cuando decidió asumir la responsabilidad de ser Papa, sintió que el Señor ponía sobre sus espaldas «un gran peso». «Pero el Señor me ha guiado verdaderamente, me ha estado próximo, he podido percibir diariamente su presencia», aseguraba Benedicto XVI, tras recorrer durante 15 minutos la Plaza de San Pedro a bordo del Papamóvil saludando a los fieles. En una especie de balance final, Benedicto XVI ha admitido que «ha habido momentos de alegría y de luz, pero también momentos no fáciles». «Ha habido momentos en los que las aguas han estado agitadas y el viento contrario, como en toda la historia de la Iglesia, y el Señor parecía dormir», ha indicado el Papa, haciendo referencia a San Pedro con los Apóstoles en la barca en el lago de Galilea. «Siempre ha sabido que en esa barca está el Señor y siempre he sabido que la barca y la Iglesia no es mía, no es nuestra, sino suya y no la dejará hundirse», indicaba.

, , ,