Nueva York (EVARED).- Jueves, 25 de septiembre de 2014 (ALC).- Líderes religiosos que representan nueve religiones, procedentes de 21 países en seis continentes, firmaron una declaración llamando a acciones concretas para reducir las emisiones de carbono. El documento recoge las conclusiones y recomendaciones de la conferencia interreligiosa organizada conjuntamente por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) y Religiones por la Paz, una coalición interreligiosa con miembros en más de 70 países.
Entre los líderes de la Iglesia Católica que suscribieron esta declaración constan el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, SDB, Presidente de Caritas Internationalis; el Cardenal John Onaiyekan, arzobispo de Abuja, Nigeria y el padre Michael Czerny, representante del Pontificio Consejo de Justicia y Paz.
Mientras cientos de miles de personas inundaron las calles de la ciudad de Nueva York el 21 de septiembre en una marcha por la acción sobre el cambio climático, 30 .
La declaración, titulada «Clima, Fe y Esperanza: Tradiciones de Fe juntas por un Futuro Común» fue presentado al diputado-secretario general de la ONU, Jan Eliasson, antes de la cumbre del clima de la ONU que occurió el 23 de septiembre.
El texto hace un llamamiento a «todos los Estados a trabajar de manera constructiva para lograr un acuerdo climático global de largo alcance en París en 2015», que será «lo suficientemente ambicioso para prevenir que la temperatura se eleve debajo de 2° Celsius; justo lo suficiente para distribuir la carga de manera equitativa; y jurídicamente vinculante suficiente para garantizar que las políticas climáticasnacionales eficaces que pueden frenar las emisiones sean implementadas de manera integral».
«Cuando en enero escuchaba al secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, llamando a los jefes de estado del mundo para una cumbre sobre el cambio climático, pensé que nosostros líderes de comunidades de fe también tenemos que ofrecer a nuestros aportes», dijo el Rvdo. Dr. Olav Fkyse Tveit, secretario general del Consejo Mundial de Iglesias, CMI. Los grandes cambios requieren «profunda y fuerte convicción» que, según dijo,se puede encontrar en las «creencias, rituales, símbolos, textos sagrados y oraciones de fe que dansentido y dirección a una gran parte de la población mundial.
De su lado, el rabino AwrahamSoetendorp, fundador del Instituto Soetendorp Jacob en Valores Humanos en La Haya, Países Bajos, señaló que como líderes religiosos, que en conjunto representan una enorme franja de adherentes religiosos del mundo, «tenemos que comprometernos», pues «si cambiamos, todo cambia». «La marcha es visible. Lo que estamos haciendo aquí es visible. La marcha y los documentos firmados juntos tienen un impacto fuerte», agregó.
Así también, el arzobispo Demetrios, de la Arquidiócesis Ortodoxa Griega de América, expresó que «Aunque siempre el énfasis sea el más allá, la vida eterna, estamos muy preocupados con la vida terrenal de las personas». «El clima es un tema central para la vida humana. Así que tenemos que tratar como iglesia para asegurar las mejores condiciones posibles».
Para algunos de los firmantes, el cambio climático está amenazando los países donde viven, como la nación de Tuvalu, un pequeño conjunto de islas de arrecifes y atolones en el Océano Pacífico. El agua salada ha entrado en la tabla de agua subterránea de la cual las personas dependen, y los científicos sugieren que las islas eventualmente serán subsumidas si los niveles del mar siguen aumentando.
Frente a la crisis que afecta al mundo, es imperativo que las personas de fe hablen de esperanza, convirtiéndose en una voz moral que habla «a nuestras convicciones y compromisos más profundos como seres humanos», dijo el secretario general del CMI. «Es inmoral no hablar de esperanza en est etiempo.»