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La transparencia financiera ha provocado algunos “respingos” en la Curia.

La reforma que comenzó en el Vaticano para introducir criterios de contabilidad modernos y uniformes en los balances del Vaticano y de la Santa Sede han provocado algunos “respingos” en los mayores organismos de la Curia romana, como la Congregación para la Evangelización de los pueblos (Propaganda fide), que «no querían subir a bordo» y se demostraron más resistentes: lo afirmó al Catholic News Service, el cardenal sudafricano Wilfrid Fox Napier, miembro del Consejo para la Economía, organismo recientemente modificado por Papa Francisco y que se reunió el viernes pasado.

 

 

El Consejo para la Economía, guiado por el cardenal Reinhard Marx, es una de las dos entidades de la cúpula administrativa y financiera vaticana, con la Secretaría para la Economía guiada por el cardenal George Pell. Con base en las normas introducidas el año pasado, las estructuras del Estado Pontificio tienen la obligación de rendir cuentas sobre el proprio balance, todavía autónomo, a este súper dicasterio económico. Para algunos, en el Vaticano «es un “shock” tener que referir a otros», dijo el purpurado franciscano, «pero, si se considera que este es dinero que a menudo envían personas ordinarias, a veces pobres, debería ser una razón suficientemente buena para decir cómo es gastado». El Consejo para la Economía también recibió un informe del Instituto para las Obras de Religión (IOR): «Es la primera vez que hemos recibido una verdadera relación sobre el estado del IOR en este momento», dijo Fox Napier, según quien el nuevo presidente del Instituto, el francés Jean-Baptiste de Franssu, está haciendo un «buen trabajo». El cardenal también reveló que hay algunas dificultades para aprobar los estatutos del Consejo para la Economía y de la Secretaría de la Economía: «El proceso –afirmó– no fue ayudado por el [Pontificio Consejo para los] Textos Legislativos», que habría debido limitarse, según Fox Napier, a verificar posibles «contradicciones con la enseñanza de la Iglesia», pero, por el contrario, llegó «más allá de sus competencias».

 

 

El purpurado sudafricano, en general, tiene confianza sobre la reunión de todos los cardenales del mundo en el Vaticano (que se llevará a cabo entre el jueves y el viernes de esta semana), para discutir sobre la reforma de la Curia romana de la que se están ocupando Papa Francisco y el llamado «C9», el consejo de cardenales que lo ayuda en el gobierno universal de la Iglesia. «Creo –afirmó Fox Napier– que el Papa y su equipo cuentan con el apoyo de la mayor parte de los cardenales», en relación con la reforma, y, paradójicamente «los que levantaban más la voz» en las congregaciones generales antes del Cónclave de 2013 ahora ya no parecen entusiasmados. «Una cosa es decir que hay que actuar y otra es actuar», concluyó

Fuente: VATICAN INSIDER

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