Según el director del Departamento de Asuntos Religiosos, «el cristianismo debe tener en cuenta las características nacionales del país»
Cristianos sí, pero con condiciones. Eso mismo han debido de pensar las autoridades chinas, que al parecer se han propuesto desarrollar su propia versión del cristianismo. «La evolución de la teología cristiana debe tener en cuenta las características nacionales chinas y adaptarse a su cultura», aseguraba el director del Departamento chino de Asuntos Religiosos, Wang Zuoan, quien ha abogado por la implantación de una teología cristiana compatible con la vía socialista del país.
Y lo cierto es que esto de que el Gobierno adapte los dogmas del cristianismo, no es cuestión baladí, ya que en China, la práctica religiosa tiene que ser aprobada por el Estado. Los servicios religiosos tienen lugar en las iglesias que fijan las autoridades, lo que lleva a muchos ciudadanos a recurrir a templos no oficiales o celebrar sus ritos en casa o a puerta cerrada.
Ya en el 2013 se lanzó una campaña de cinco años para promover la teología cristiana china, cuyo objetivo es fomentar «el pensamiento teológico positivo y correcto», señala el diario China Daily. Las autoridades calculan que en China viven entre 23 y 40 millones de cristianos practicantes y se llevan a cabo 500.000 bautizos al año.
Sin embargo, estas cifras solo reflejan los registros oficiales de las iglesias estatales. Según la organización cristiana Open Doors, en China hay unos 80 millones de fieles que se consideran cristianos. Pekín rompió relaciones con el Vaticano en 1951 y desde entonces nombra a sus propios obispos católicos.